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Casa de campo de Carpenter construida en 1853 y ampliada en la década de 1980. Cuenta con recibidor, sala de estar, cocina-comedor, lavadero, guardarropa, estudio de arte, dormitorio / estudio, tres dormitorios (dos en suite) y un baño. Escondida en una esquina de la frondosa Surrey, la propiedad es una pequeña joya. Ubicado en un bosque, su exterior de ladrillo rojo y su techo bastante caótico tienen un encanto similar al de Hansel y Gretel. Los propietarios ciertamente tenían mucho trabajo, ya que la cabaña necesitaba un gran replanteamiento. La puerta trasera estaba a unos seis pasos de la puerta principal; la vieja cocina era pequeña y estaba en el extremo equivocado de la casa y las ventanas eran diminutas, lo que oscurecía la habitación. Mientras tanto, arriba, un gran baño y un armario de ventilación ocupaban una cantidad desmesurada de espacio y en la planta baja, junto al garaje, había un tercer dormitorio con un baño en ruinas. Junto con la carpintería de pino anticuada y el yeso descascarado en cada pared, el panorama general estaba lejos de ser alegre.